miércoles, 6 de junio de 2018

Cubitos de zapallo en almíbar

Estos cubitos de zapallo en almíbar quedan crocantes. Para ello pelamos un zapallo que puede ser calabacín, calabaza, Kabutiá, le quitamos la semilla, lo cortamos en cubitos de dos cm de arista aproximadamente. Hacemos agua de cal, poniendo en un balde que no sea de metal un poco de cal y agua, revolvemos y dejamos reposar. Utilizamos el agua y descartamos la cal. Sumergimos por un día en esa agua los cubitos de zapallo. Quitamos del agua, enjuagamos. En una cacerola ponemos 1 litro de agua, medio kilo de azúcar por kilo de zapallo procesado y agregamos los cubitos de zapallo y algunos clavos de olor. Cocinamos hasta obtener un almíbar liviano.

Buñuelos de verduras

Para aprovechar lechugas, acelgas, espinacas, hojas de cebollas (especialmente la colorada) tomamos las hojas que tengamos, las picamos muy fino, agregamos un huevo, un chorro de leche, polvo de hornear, sal y pimienta. Batimos todo y vamos vertiendo cucharadas de la masa en grasa muy caliente.


Tortilla de verduras y arroz en el horno

Cocinamos en agua y sal: zapallitos, zanahorias, acelga, espinaca, papas (todo cortado en juliana o en cubos pequeños) y arroz. Escurrimos en el colador de pasta.
Aparte cocinamos remolachas (para no teñir el resto de los ingredientes) que luego escurrimos, le quitamos la cáscara y las picamos en cubos.
En una asadera, tortera o fuente de horno colocamos un poco de aceite en el fondo, cebolla, ajo y morrón finamente picados, las verduras con el arroz y las remolachas, un poco de pimienta y sal, queso rallado si tenemos, y por encima vertemos dos o tres huevos batidos con un poco de leche. Llevamos al horno y cuando el huevo se haya coagulado está lista. Las verduras que utilizamos dependerán de la estación.


Zucchini asado

Lavamos y cortamos por la mitad los zucchinis (cucurbita pepo), los colocamos en una asadera, los espolvoreamos con pimienta y sal y los cubrimos con aros de cebolla y aromáticas; orégano, tomillo, mejorana. Llevamos al horno hasta que estén tiernos y los aritos de cebolla algo dorados. Las bondades del zuhcchini son muchísimas.
Propiedades y beneficios del zucchini
Fuente:United States Department of Agriculture
Agricultural Research Service

USDA Food Composition Databases

Salsa de tomate cocida

Cocinamos tres cuartos de hora, sin agua, los tomates previamente lavados y sin cabitos, enteros si son cherrys o cortados en cuartos si son más grandes, junto con dos o tres dientes de ajo enteros y pelados. Dejamos enfriar y pasamos por un colador de pasta primero y luego por un cedazo o colador más fino para quitar semillas y cáscara. Volvemos a cocinar por tres cuartos de hora la pulpa y jugo obtenidos junto con 1 cucharada sopera al ras de sal y una de azúcar por kilo de pulpa. También agregamos hierbas aromáticas: orégano, mejorana, albahaca, tomillo. Envasamos caliente en bollones esterilizados y tapamos. Con esta salsa acompañamos el puchero, la utilizamos para las pizzas y otras preparaciones.





miércoles, 26 de abril de 2017

Ricotta

La ricotta (algunos le llaman requesón), la obtenemos como subproducto de la elaboración del queso. Luego de haber hecho el queso, recogemos el suero y lo ponemos a hervir. Cuando esto sucede, apagamos el fuego y agregamos vinagre o jugo de limón y revolvemos. Luego dejamos en reposo y veremos que comienzan a formarse pequeños grumos que suben. Por último colamos el suero utilizando un colador al que le ponemos una tela o gasa fina. Dejamos escurrir. Podemos agregarle una pizca de sal y la refrigeramos.
Esta ricotta la utilizamos ya sea para untar, mezclándole ciboulette picado, o para múltiples preparaciones como por ejemplo en el relleno de ravioles.



Dulce de leche



A tres litros de leche le agregamos un kilo de azúcar. Ponemos a hervir, revolviendo con cuchara de madera. Cuando suelta el hervor le agregamos una cucharadita de bicarbonato. Seguimos revolviendo mientras se va consumiendo el líquido y tomando color. Cuando va adquiriendo consistencia vamos probando en un platillo vertiendo una pequeña cantidad sobre el mismo. Si tiene buena consistencia, brillo y color, apagamos el fuego. La clave es no dejar de revolver durante todo el proceso, así evitamos que se pegue al fondo de la olla y que se corte. El bicarbonato, aunque en pequeña cantidad, sirve para que no se corte la preparación ya que neutraliza el ácido láctico presente en la leche y también incrementa el color pardo, mediante lo que conocemos como reacción de Maillard.